Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Vista panorámica
Célebre por su pasado romano y por ser declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, esta ciudad fue el lugar que vio nacer a la Compañía de Santa Teresa de Jesús. La inspiración y el deseo de Enrique tomaron cuerpo cuando un grupo de jóvenes aspirantes a maestras se comprometió con el proyecto teresiano. Los primeros colegios se crearon en Tarragona y uno de ellos sigue su labor educativa 150 años después.
Escuelita de Dª Magdalena Mallol
Convencido de que la educación era la piedra angular de todo el proyecto teresiano, Enrique invita a un grupo de jóvenes de la Archicofradía, que daban clases dominicales, a trasladarse a Tarragona para recibir capacitación pedagógica en la casa de Magdalena Mallol, maestra del Estado. La experiencia no duraría mucho tiempo, pero sería el precedente de la creación de la Compañía sólo unos meses después.
Estas palabras que Enrique publicó en la Revista Teresiana de 1888 recogen la petición de Dª Magdalena Mallol: “que le mandara alguna joven teresiana que quisiera estar con ella, que le enseñaría, que le daría de comer como si fuera hija suya”
Vivienda en la calle Bajada del Patriarca
Las hermanas dejaron la escuela de Magdalena Mallol ante la falta de respuesta de ésta a la formación prometida, pero no su firme voluntad de convertirse en maestras. La difícil situación en la que se encuentran las jóvenes fuera de su ciudad, hace que Enrique alquile esta vivienda. Allí comenzará la aventura teresiana que culminará con la fundación de la Compañía de Santa Teresa de Jesús y el compromiso de las ocho primeras jóvenes.
En 1875, fracasa la experiencia de la I República y el sexenio liberal y se restaura la monarquía borbónica con el rey Alfonso XII. Se inicia un ambiente más moderado y propicio para la creación y recuperación de órdenes religiosas.
Rosetón de la capilla de Lestonnac
Dice la tradición que en esta pequeña capilla, muy cerca de su vivienda, las ocho hermanas “fundadoras” se comprometieron a vivir en comunidad. El acto tuvo lugar el 23 de junio de 1876. De esa época sólo se conserva el rosetón que aparece en la imagen.
“Ayer empecé ejercicios espirituales en Tarragona a nueve jóvenes teresianas escogidas que se disponen a formar una Compañía de Sta. Teresa de Jesús de preferencia en su Congregación aspirando nada menos que a regenerar España por la educación de la mujer según el espíritu de la gran Teresa su Madre. Para ello tratamos de hacer una escuela normal de maestras.(…) Entre las nueve que viven en espacioso piso hay dos maestras con título, jóvenes de talento y hermanas mayores de dos pueblos dispuestas a todo sacrificio. ¿Qué te parece la idea que ya es un hecho? Contamos con la bendición y protección de este Señor Arzobispo y de mi Obispo. Deben estar dos años formándose en el espíritu e instruyéndose a perfección” (Enrique de Ossó: Carta a su amigo Félix, 24 junio 1876)
En el mes de noviembre de 1876, el Papa Pío IX recibió en audiencia a más de 8000 peregrinos españoles. Sus palabras darían lugar a los inspiradores artículos de Enrique de Ossó Organicémonos I, II y III, que invitaban a la unión eficaz de los católicos mediante la confianza, la defensa de la verdad, la oración y el espíritu de la fe.
Colegio de la calle Escribanías Viejas
Tras vivir unos meses en la calle Bajada del Patriarca, las hermanas se trasladaron a la calle San Pablo, primero al número 16 y luego al número 4, donde iniciaron el colegio desde diciembre de 1879. Pronto, se requirió más espacio y el colegio se trasladó a este edificio de la calle Escribanías Viejas desde 1881 a 1883. Este colegio fue uno de los cuatro primeros de la Compañía junto a los de Vilallonga, Aleixar y Jesús, y el único que pervive aunque ha cambiado de ubicación en varias ocasiones.
En Francia la situación es muy distinta. La ley Ferry (1880) seculariza la enseñanza y suprime las congregaciones docentes.
Capilla de San Pablo
En su interior las hermanas emitieron sus primeros votos el 1 de enero de 1879. En la zona izquierda de la imagen, entrevemos el edificio, calle San Pablo nº 4, donde vivían estas. Cuenta la tradición que San Pablo estuvo en Tarragona y predicó exactamente sobre una piedra que se ubicaba en este emplazamiento donde luego se construiría la capilla.
“Han hecho ya los tres votos las ocho fundadoras el día último de Ejercicios con el beneplácito del Sr. Obispo de Tortosa; han vestido con propiedad el Hábito del Carmen, y siguen animadísimas y consoladas.” (Enrique de Ossó: Carta al Dr. Félix, 1879)
Casa Castellarnau
En agosto de 1893, el colegio se instaló en este singular edificio que había servido de residencia al emperador Carlos I, durante su estancia en Tarragona en 1542. Desde entonces, además de la enseñanza reglada, se ofrecerían también clases nocturnas de obreras, una acción que habían iniciado algunos meses antes. En la casa Castellarnau la Compañía consolidó su acción educativa en la ciudad, permaneciendo allí durante veinticinco años. En 1918, por necesidades de los propietarios, tuvieron que dejar el edificio y se trasladaron al número 6 de la misma calle. Actualmente, este edificio puede visitarse ya que acoge el museo de historia.
Solar para el futuro colegio teresiano
Con un proyecto educativo sólido, cada vez era más necesario disponer de una escuela y residencia propia. En 1919, se compraron tres solares muy cercanos al convento de Carmelitas. En el terreno había esta enorme piedra que sería aprovechada para la construcción.
Colegio en construcción
Las obras estuvieron dirigidas por un discípulo de Antonio Gaudí, el arquitecto Bernardino Martorell. El día del aniversario de Santa Teresa, el 28 de marzo de 1922, se pondría la primera piedra, y un año más tarde se comenzaron algunas clases a pesar de no estar el edificio totalmente terminado.
Entrada a la capilla del Colegio
Durante la guerra civil las hermanas tuvieron que abandonar el colegio. Tres bombas alcanzaron parte del techo y del interior del edificio, pero sin afectar los cimientos. El altar de la capilla fue destruido, sus imágenes quemadas y el espacio usado como dormitorio de prisioneros.
Actual Colegio Sta Teresa de Jesús
La nueva escuela mantendría la estética del castillo y la simbología teresiana, al igual que el Colegio y la Casa Madre de Barcelona. Abunda el uso de ladrillos pequeños, las ventanas estrechas y el hierro forjado. Hoy es una escuela mixta de la Fundación Escuela Teresiana con las etapas educativas de 0 a 18 años.